Aunque Arles es famosa por su rica historia romana, también es la puerta de entrada perfecta a la costa salvaje y ventosa de la Camarga. A diferencia de los bulliciosos complejos turísticos de la Costa Azul, las playas aquí son vastos paisajes naturales, a menudo accesibles tras un corto trayecto en coche a través de impresionantes reservas naturales. Esta región ofrece un tipo diferente de experiencia costera, definida por una profunda sensación de libertad e inmersión en la naturaleza indómita, donde la tierra y el mar se encuentran de forma espectacular.
Nuestras selecciones de los editores destacan lo mejor de esta costa única. La inmensa extensión de arena de Piemanson es oficialmente la playa de Arles, ofreciendo un verdadero sabor de la Camarga salvaje. Para paisajes impresionantes, la Plage de l'Espiguette es inigualable con su espectacular sistema de dunas de arena blanca. Si busca un cambio de escenario dramático, la icónica cala rocosa de Calanque d'En-vau es una excursión de un día que vale la pena por sus impresionantes acantilados. Para un ambiente de ciudad costera más tradicional, las playas cerca de Saintes-Maries-de-la-Mer ofrecen un suave contraste con las costas más salvajes de la región.
Las playas de la Camarga son perfectas para quienes buscan aventura y espacio abierto. Los vientos constantes hacen de lugares como Beauduc un paraíso mundialmente conocido para el kitesurf. Ya sea que busque la soledad de una playa infinita o la belleza dramática de una cala rocosa, la costa accesible desde Arles está llena de paisajes inolvidables. Para más inspiración, explore nuestra guía completa de las mejores playas de la zona.