Binisalem, en el corazón de Mallorca, se presenta como un punto de partida único para explorar la impresionante costa de la isla. Aunque este encantador pueblo es más conocido por su vino y su auténtico carácter mallorquín que por tener acceso directo a la playa, las hermosas costas isleñas se encuentran a un corto trayecto en coche. Si buscas un refugio tranquilo y no te importa un breve viaje hasta el mar, Binisalem ofrece una excelente alternativa a los bulliciosos complejos turísticos costeros, con la mayoría de las playas accesibles en unos 25 a 35 minutos en coche.
Desde Binisalem, podrás aventurarte fácilmente a algunas de las playas más famosas de Mallorca. Descubre las arenas blancas y aguas turquesas de aire caribeño de la icónica Es Trenc. Para disfrutar de un paisaje sobrecogedor donde los pinos se fusionan con aguas cristalinas, Platja de Formentor es una visita imprescindible. La fotogénica cala de Caló des Moro es célebre por su espectacular belleza, mientras que Playa de Muro destaca como una opción muy popular por su extenso arenal y su ambiente acogedor.
Estos son solo algunos ejemplos de las diversas experiencias costeras que te esperan. Muchos otros rincones con encanto, como la popular Playa de Alcudia, conocida por sus aguas tranquilas y poco profundas, también están a tu alcance. Binisalem te permite combinar una enriquecedora inmersión cultural con inolvidables escapadas de un día a la costa. Para una guía completa de estas y otras joyas del litoral, no dejes de consultar nuestra lista detallada de playas accesibles desde este auténtico pueblo mallorquín.