Cagnes-sur-Mer ofrece una experiencia costera encantadora y relajada en la Costa Azul, enclavada entre las bulliciosas ciudades de Niza y Cannes. Es útil saber que los casi cuatro kilómetros de costa de la ciudad están compuestos casi en su totalidad por guijarros, o 'galets'. Esta característica local es lo que confiere al agua del Mediterráneo su notable claridad y su característico color azul profundo, creando una atmósfera distintiva en comparación con otros destinos costeros.
Aunque las orillas locales son de guijarros, la región cuenta con algunas de las playas más famosas de la Costa Azul. Para una escapada clásica de arena, nuestras selecciones del editor incluyen la Playa de la Salis en la cercana Antibes. Otros puntos destacados que bien merecen una visita son la pintoresca cala de la Playa de la Garoupe y la impresionante Playa Mala, respaldada por acantilados y muy popular en redes sociales. Para quienes buscan la escena definitiva de la Riviera, la legendaria Playa de Pampelonne cerca de Saint-Tropez es ideal para una excursión de un día inolvidable.
De vuelta en la ciudad, la costa se centra en Cros-de-Cagnes, un auténtico pueblo pesquero que añade encanto al complejo. Su largo y ancho paseo marítimo es ideal para un paseo por las propias playas de la ciudad, que están divididas por distintivos espigones de roca. Aunque nuestras selecciones del editor muestran algunos de los lugares más célebres, puedes explorar muchas más joyas locales en nuestra guía completa de las playas de la zona.