Colares, en el distrito de Lisboa, presume de una impresionante costa atlántica, célebre por su belleza natural y salvaje. A diferencia de otras zonas turísticas más urbanizadas, sus playas cautivan con imponentes acantilados, arenas doradas y un carácter más indómito. Las aguas del Atlántico, siempre frescas en esta zona, aportan un toque revitalizante a cualquier día de playa. Esta región es ideal para quienes buscan paisajes espectaculares y una experiencia costera más agreste y auténtica.
Entre sus joyas costeras, Praia Azenhas do Mar enamora con su icónico pueblo suspendido sobre el acantilado y su peculiar piscina oceánica, siendo más un mirador de postal que una playa convencional para el baño. Quienes busquen un entorno natural sobrecogedor encontrarán en Praia da Adraga un lugar a menudo alabado por sus espectaculares acantilados y misteriosas cuevas marinas. Los entusiastas del surf suelen dirigirse a Praia Grande do Guincho, una vasta extensión de arena conocida también por el curioso atractivo de sus huellas de dinosaurio.
Los locales suelen decantarse por la amplitud y el ambiente marinero tradicional de Praia do Magoito. Para las familias en busca de un rincón acogedor, Praia das Maçãs es una elección popular por su entorno relativamente protegido. Si bien algunas playas pueden tener bastante ambiente, sobre todo en pleno verano, Colares ofrece por lo general una atmósfera tranquila y familiar, perfecta para disfrutar de las olas y el paisaje. Nuestra guía presenta un listado más amplio de playas, incluyendo calas más escondidas para aquellos que quieran aventurarse a explorar.