Káto Korakiána, un pueblo tradicional enclavado ligeramente hacia el interior de Corfú, es un punto de partida con encanto para explorar la famosa oferta de playas de la isla. Aunque el pueblo en sí mismo es un remanso de paz, se encuentra a tan solo 2 o 3 kilómetros de los animados complejos turísticos de la costa y sus tentadoras aguas. Para quienes se pregunten si Káto Korakiána es un buen lugar para unas vacaciones centradas en la playa, su proximidad a tramos populares como la playa de Dassia y la playa de Ipsos lo confirma como una excelente elección. Las playas de los alrededores suelen combinar arena y guijarros, con aguas tranquilas y poco profundas, ideales para nadar y disfrutar en familia.
Desde Káto Korakiána se accede fácilmente a muchas de las playas más conocidas de la zona. La playa de Dassia, la principal de la región, está bien equipada y es un hervidero de actividad. Para una muestra del paisaje costero más emblemático de Corfú, Paleokastritsa deslumbra con sus múltiples calas de impresionante belleza, aunque se encuentra un poco más retirada. Más cerca, la playa de Ipsos ofrece un ambiente vibrante con una amplia oferta de deportes acuáticos. Y para quienes anhelan una belleza natural sobrecogedora y aguas cristalinas, la playa de Kerasia es una escapada idílica. Aunque estas son las preferidas de nuestros editores, otra opción cercana muy elogiada es la playa de Barbati, de guijarros, famosa por sus aguas transparentes y el espectacular telón de fondo montañoso.
Tanto si buscas la animación de las playas concurridas como la tranquilidad de un rincón más apartado, el litoral cercano a Káto Korakiána se adapta a todos los gustos. Si bien las playas principales son muy populares, quienes se aventuren a explorar podrán descubrir calas más resguardadas. Por lo general, las aguas son tranquilas y cristalinas, convirtiendo el baño en una auténtica delicia. Para conocer a fondo todas las joyas costeras que esta región puede ofrecer, no dejes de consultar nuestra lista completa de playas en esta guía.
