Platja de la Rubina

La Platja de la Rubina, comúnmente conocida como la playa salvaje, es una playa tranquila y naturalmente hermosa situada en el municipio de Castelló d'Empúries, en la región del Alt Empordà. La playa se caracteriza por su extenso paisaje de arena, dunas, huecos y sistemas de lagunas, típicos de áreas pantanosas. A diferencia de otras playas cercanas, como Santa Margarita y Empuriabrava, la Platja de la Rubina carece de edificios en sus inmediaciones, lo que contribuye a su atmósfera serena y natural.

La playa es única en el sentido de que es la única playa en el municipio donde se permiten perros, lo que la convierte en un destino popular para los dueños de perros. La playa ofrece una excelente oportunidad para que los perros socialicen con otros. Sin embargo, debido a la falta de sombra natural, se anima a los dueños de perros a proporcionar sombra para sus mascotas.

La Platja de la Rubina también es un lugar favorito para el kitesurf, especialmente cuando las condiciones de viento son favorables. La amplitud de la playa permite una variedad de actividades acuáticas. Sin embargo, se recomienda a los visitantes que tengan precaución cuando haya kitesurfistas presentes, ya que ocasionalmente pueden acercarse a los nadadores.

El acceso a la playa es relativamente sencillo. Los visitantes pueden llegar a la playa en coche a través del sistema giratorio en la carretera de Roses, siguiendo el aeródromo de Empuriabrava. Hay amplio estacionamiento disponible junto a la playa. Para proteger el entorno natural, especialmente los esfuerzos de regeneración de las dunas, se anima a los visitantes a utilizar los puntos de acceso designados.

A pesar de su popularidad entre los dueños de perros y los practicantes de kitesurf, la Platja de la Rubina se sabe que está generalmente poco concurrida, ofreciendo una experiencia tranquila en la playa. Sin embargo, durante las horas punta, la playa es patrullada por la policía para mantener el orden y la seguridad. Cabe destacar que la playa no se considera accesible para personas con discapacidad debido a la presencia de grandes escalones en el camino de entrada. La playa forma parte del Parque Natural de Aiguamolls de l'Empordà, lo que enfatiza aún más su atractivo natural.

Las aguas poco profundas de la playa se extienden considerablemente desde la orilla, lo que la hace adecuada para los niños. Los visitantes pueden disfrutar de la tranquilidad, especialmente por las mañanas cuando la playa suele estar vacía. Sin embargo, es importante tener en cuenta que se han avistado medusas en las aguas, aunque no se consideran peligrosas.