La encantadora ciudad de Tarascón, situada tierra adentro a orillas del río Ródano, sirve como un punto de partida fantástico para explorar las diversas playas del sur de Francia. La costa mediterránea más cercana está a aproximadamente una hora en coche, lo que facilita las excursiones de un día a la playa. Esta ubicación hace de Tarascón un lugar ideal para quienes desean combinar la rica historia y cultura de la Provenza con la belleza del litoral, ofreciendo unas vacaciones que mezclan turismo, sol y arena.
Un corto trayecto en coche hacia el sur le transportará a dos paisajes costeros distintos. Al oeste, la región de la Camarga ofrece costas salvajes y azotadas por el viento. Aquí encontrará la famosa Plage de l'Espiguette, conocida por sus inmensas y pintorescas dunas de arena. Cerca, Piemanson ofrece una experiencia única con sus vastas arenas bordeadas de salinas rosadas. Al este, la costa se transforma en los espectaculares acantilados de piedra caliza y las aguas turquesas del Parque Nacional de las Calanques. La icónica Calanque de Sormiou es un refugio clásico, mientras que la impresionante belleza de la Calanque d'En-vau se ha convertido en una sensación en las redes sociales, aunque requiere una caminata para acceder a ella.
Para quienes buscan opciones más accesibles, la región tiene mucho que ofrecer. La Plage du Boucanet es una opción fiable y segura para familias, ofreciendo un entorno supervisado con aguas poco profundas que contrasta con las playas más salvajes de la zona. Un coche es esencial para explorar cómodamente estos variados destinos costeros desde Tarascón. Para más inspiración sobre dónde extender su toalla, asegúrese de explorar nuestra lista más extensa de las mejores playas de la región.