Cala Saladeta, ubicada en la parte norte de Ibiza cerca de San Antoni de Portmany, es una playa pintoresca conocida por sus aguas claras y transparentes y sus orillas de arena prístina. Esta cala protegida se divide en dos partes, siendo la primera más accesible y donde se encuentra un bar-cafetería. La segunda, una playa de arena más pequeña, requiere una breve caminata y un poco de escalada para acceder.
La playa a menudo se llena de gente, especialmente durante las horas pico, lo que hace difícil encontrar un lugar para una toalla y una sombrilla. A pesar de la congestión, muchos visitantes consideran que la experiencia general es gratificante. Sin embargo, debido a su naturaleza pedregosa, la playa puede no ser adecuada para niños o aquellos que viajan con bebés, ya que el camino puede ser desafiante.
Los visitantes que conducen a Cala Saladeta pueden utilizar el área de estacionamiento gratuito, aunque el espacio puede escasear a medida que avanza el día. Se sugiere llegar temprano, entre las 8 y las 10 de la mañana, para asegurar un lugar de estacionamiento. Si el área de estacionamiento está llena, los visitantes pueden estacionar sus autos a 10-15 minutos a pie, o optar por utilizar el transporte público como un taxi o autobús. Desde el área de estacionamiento, hay dos rutas hacia la playa: una escalera o un camino que lleva a Cala Salada, con un corto paseo hasta Cala Saladeta.
Las comodidades en la playa son mínimas, con solo un socorrista y un bar-restaurante en Cala Salada. Por lo tanto, se aconseja a los visitantes traer su propia agua y provisiones. El área de baño es relativamente pequeña, y aunque el agua es clara y hermosa, puede no ser óptima para actividades como el esnórquel. No hay duchas disponibles en la playa.
Una característica única de Cala Saladeta es la ausencia de señal en el área. Esto permite a los visitantes desconectarse completamente y sumergirse en la belleza natural de la playa y sus alrededores.
